En este Día del Abogado, nos tomamos un pequeño descanso de las leyes para explorar nuestro lado artístico.
En una tarde de viernes relajada, tuvimos un encuentro en un taller de cerámica, donde cada abogado de nuestro equipo pudo pintar su propia taza, dando rienda suelta a su creatividad y reflejando su estilo personal.
Para culminar el día, disfrutamos de una exquisita cena acompaña de música en vivo.
Entre arte, charlas y risas, este encuentro fue una divertida manera de celebrar nuestra profesión y también una oportunidad para desconectar de la rutina y disfrutar de la compañía de nuestros colegas en un entorno diferente.
Brindamos por la pasión, la creatividad y la dedicación que definen a nuestra profesión cada día.